Edición No. 3 - Noviembre de 2016 
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ENLACE La visión que nos une

Cuidados paliativos en la OSI:

Una muerte saludable, feliz y llena de amor es el reto más importante de nuestro tiempo.


Desarrollar un Programa Integral de Cuidados Paliativos de excelencia, que nos permita acompañar de la mejor manera posible a las personas que entran en la última etapa de su ciclo vital, se ha convertido en uno de los objetivos estratégicos de la Organización Sanitas Internacional.

Por ello, continuamos trabajando para potencializar los conocimientos de nuestros profesionales de la salud en este campo, sus calidades humanas y el crecimiento de nuestras instituciones alrededor de este tema.

En Clínica Colsanitas estamos comprometidos en acompañar de la mejor manera posible a las personas en su nacimiento, crecimiento y a lo largo de su vida. Ahora queremos profundizar en brindar la mejor atención en salud para acompañar a nuestros pacientes en un buen morir, entendiendo la muerte como un proceso normal de la vida.

Por eso, como parte de la celebración de la primera década de la Clínica Universitaria Colombia, se llevó a cabo en Bogotá, Colombia, un importante simposio que tuvo entre sus invitados especiales al reconocido médico investigador colombiano Alejandro Jadad Bechara, con su conferencia "Una muerte saludable, feliz y llena de amor, el reto más importante de nuestro tiempo".

Este encuentro académico contó con la presencia de los principales directivos de la Organización Sanitas Internacional y con cerca de 700 profesionales de salud de Clínica Colsanitas y estudiantes de la Fundación Universitaria Sanitas.

La conferencia del Doctor Jadad llamó la atención sobre los estudios adelantados por su grupo de investigación, que muestran cómo más del 90 por ciento de los profesionales de salud del mundo que trabajan en cuidados paliativos no quisieran tener una muerte como la de sus pacientes, y sobre el alto porcentaje de éstos que expresan como deseo para una muerte feliz, el poder estar en casa, cerca de sus seres queridos y no sentir dolor.

Una reflexión que invita a encaminar nuestros esfuerzos para que sigamos trabajando por nuestros pacientes y sus familias, entendiendo el dolor humano desde el cuerpo, la mente y el espíritu; brindándoles consuelo, paz y apoyo incondicional hasta los últimos momentos de vida.

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